Hola, queridos lectores,
A lo largo de la vida, todos tenemos en la vida nuestros más y nuestros menos, momentos de alegría, felicidad, tristezas, angustias y por su puesto nuestros miedos.
Al recordar y evaluar todos esos momentos algunas personas nos preguntamos si Dios existe, los santos, o los angeles, arcangeles y por supuesto la Virgen Maria.
Historicamente hablando por supuesto Jesus, Maria José, y todos los que hoy llamamos Santos existieron pero, con todo el aprecio y respeto, los seres humanos tienen diferentes creencias y religiones y no soy quien para dudar de su fe. En definitiva creo en Dios Creador del ser humano y seres vivientes.
En mi vida que gracias a Dios, mis Padres y mi Hijo puedo decir que soy una persona agradecida con la vida, porque ha sido buena. Por supuesto siempre aparecen el me hubiera gustado .... hermanos, mayores riquezas, más verdaderos amigos etc,etc.
Pero en aquellos momentos difíciles siempre he sentido una fuerza interna que me ha ayudado a ver la luz al final de esa tormenta y lograr reponerme, aun cuando por un lado mi mente me decia que no iba a poder salir de esa dificultad, inmediatamente esa fuerza interior me calmaba y emanaba esa fuerza para seguir luchando aun con lagrimas en los ojos. Mi opinión personal aparece esa palabra mágica que lo mueve todo y es la FE.
A veces siento esa necesidad imperiosa de saber que me depara el futuro inmediato y es como una voz interna que me dice tranquila, respira profundo y ten Fe .... Dios y sus angeles están a tu lado y todo saldrá bien.
Por eso estimados lectores les dedico una oración que siempre me acompaña para esos momentos de angustia y desesperanza.
ORACION
Señor y Salvador Jesucristo, tú sabes los dolores y depresiones que en mi corazón se instalan y sabes el por qué de ellos. Hoy acudo ante ti y te suplico, Jesús, ayúdame a superarlo, ya no puedo vivir más así.
Sé que tú me haces un llamado de paz, me invitas a compartir con serenidad, felicidad y mucho gozo, incluso cuando afrontamos las complejidades del día a día. Por eso te suplico hoy que toques con tus santas llagas mi sien y penetres mi mente que me convierte tan susceptible a las situaciones difíciles y sueltes el nudo que ata la tristeza y la melancolía a mi ser.
Hoy te suplico porque tu dicha se ponga a renovar mi vida, con la finalidad de no repasar la eternidad como sirviente de mi amarga memoria que tanto recuerda esos momentos dolorosos del ayer. Como son del pasado, ya no existen, te ofrezco todo mi historial y el de mis personas amadas; lo aprendido y lo olvidado por nosotros.
Quiero que me des la dicha de perdonar y perdonarme, con la finalidad de que tus riquezas espirituales naufraguen sobre mí.
Te entrego todas mis tristezas, encadenadas a mis angustias, preocupaciones y estrés de mi futuro. Ese futuro aún no se hace presente, por consiguiente es sólo producto de mi imaginación. Hoy sólo debo vivir y hoy sólo debo recorrer el sendero de tu felicidad. Incrementa la fe en ti, para que incremente en mi espíritu la bendición y calma.
Tú eres nuestro Dios, padre y Señor, historiador y conocedor de la vida, de nuestras vidas. Por ese motivo, pongo en tu mano mi vida y la de mis seres amados, junto con cada uno de nuestras dolencias, con cada una de nuestros requerimientos y que en colaboración de tu grandioso amor reine en nosotros el afecto y sentimiento de la alegría.
Amén.